lunes, 9 de marzo de 2015

Enfermedad : Sarna

Sarna


Es una de las enfermedades parasitarias más comunes entre los equinos, sobre todo durante la época de calor, cuando proliferan los mosquitos, que son una de las principales formas de propagación de este tipo de enfermedades. La falta de humedad provoca la aparición de polvo y suciedad, y los ácaros empiezan a proliferar.  Los diversos tipos de ácaros se asientan en determinadas zonas del cuerpo del animal, el caballo comenzará a tener un fuerte prurito y el pelo, antes brillante, se tornará opaco y se llenará de costras y ampollas. A simple vista localizaremos la sarna a través de una descamación en la piel que terminará en la caída de la epidermis, llevando poco a poco a la formación de costras escamosas y a la aparición de grandes llagas transversales.
 
Podemos citar tres tipos fundamentales de sarna que aparece en los caballos:
    - SARNA SARCÓPTICA: causada por el, un parásito que se introduce en la piel del caballo, donde deja sus huevos. Se manifestará primeramente en la cabeza, espalda, cuello y en la zona de la silla, desde allí se irá expandiendo por el cuerpo del animal. La localizaremos porque comenzará con un fuerte picor, que aumentará en los momentos es que expongamos al caballo al sol, en el interior de establos calurosos y durante la noche. Podremos apreciar unos pequeños bultos sobre la piel, perfectamente perceptibles al tacto. El pelo se agrupará en mechones que corresponden a cada uno de estos nódulos. El pelo se caerá con facilidad, dejando pequeñas alopecias. En alguna de estas calvas podremos localizar llagas, que terminarán por transformarse en costras espesas. Si la sarna continúa, acabarán por formarse bastas zonas cubiertas por costras, con llagas que se localizarán principalmente en el cuello y en la garganta. Llegados a este punto, el caballo se encontrará claramente desmejorado, se mostrará desganado y apenas comerá.
    - SARNA PSORÓPTICA Y AURICULAR: causada por el parásito denominado, el cual busca las zonas del cuerpo provistas de pelo largo, así como las partes de flexión de las articulaciones. El modo de contagio es por contacto directo o por transmisión por arneses. Los lugares preferidos para este parásito será debajo del mechón de la nuca, debajo de la ingle, en el muslo, axilas  y zonas de la grupa. Le provocará un intenso y desagradable picor, al que  suele reaccionar   sacudiendo violentamente la cabeza.
    - SARNA CORIÓPTICA: también denominada " Sarna de los pies" , puesto que suele comenzar en la zona de las extremidades posteriores desde donde avanza para cubrir, principalmente en el caso de los potros, todo el cuerpo. Se trata del tipo  menos contagioso y su avance suele ser lento, en muchas ocasiones puede estar localizado en una única extremidad durante largos meses. Su aparición se hará notar con un fuerte picor, ante el cual el caballo reaccionará dando pisotones al suelo de manera continuada y mordiéndose las cuartillas.
Tratamiento:
Debemos tener en cuenta que los ácaros y parásitos se desarrollan a sus anchas en la suciedad, por lo que más vale prevenir, por lo que tendremos que desinfectar las caballerizas, patios, potreros y arneses, con abundante  y agua con sal. Ubicar y retirar los bebederos y comederos de las excretas, para evitar que se contaminen, y por supuesto que  nuestro caballo tenga acceso al agua limpia y fresca durante todo el día. Un caballo  realizando ejercicio al aire libre, estará mucho mejor que en la cuadra, ya que se encontrará alejado de peligros de infecciones. Retirar el estiércol todos los días y  depositarlo en un estercolero que estará colocado lo más lejos posible de las caballerizas para que éste se deseque con los rayos del sol, y así  los parásitos, los huevos y las larvas sean destruidos por el exceso de calor.
 
Para combatirla deberá llevar a cabo los siguientes pasos:
    - Esquilado general, incluidas las crines, quemando después  todos los pelos cortados.
    - Limpiar la piel con un cepillo blando y mucho jabón, cuidando de no dañarlo cuando tenga heridas o costras.l 
    - Aplicar  cataplasmas con una solución a base de esteres fosfóricos, que servirá para eliminar  la infección, reducir la inflamación, aliviar las contusiones y limpiar las heridas. Dejarlas  puestas un máximo de 12 horas, pasadas las cuales convendrá repetir la aplicación, no conviene colocarlos durante más de tres días seguidos, a no ser por indicación expresa del veterinario, al cual deberemos llarmar siempre para consultarle, y nos indicará el mejor tratamiento a seguir.
Una vez curado al animal y para prevenir una nueva aparición, convendrá llevar a cabo algunas medidas de prevención, como seguir una alimentación intensiva y abundante, en la que pongamos especial atención a la calidad de los piensos así como al aporte vitamínico. Administrar reconstituyente con vitamina B12 es siempre adecuado. Deberán permanecer al aire libre y, si fuera  posible, en el pastizal. Tampoco debemos olvidar separar al animal de los sanos, para evitar el contagio, teniendo en cuenta que el contacto también puede realizarse indirectamente, a través de sillas, arneses, establo, etc.

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